El otro día, mientras veía a mi hija tomar prácticas de bateo de su entrenador de bateo de nuevo, mis ojos se dirigieron a otro bateador que estaba siendo entrenado por otro profesor. Sus cambios fueron lentos, la pelota estaba mirando fuera de su bate y goteo en la pantalla de bateo. Sus caderas no eran giratorias y no había poder que se generan a partir de sus cambios.
El entrenador tomó algún tiempo con ella para mostrarle algunas técnicas que le ayudan en su búsqueda para ser un mejor bateador .. Hablaron durante unos 10 minutos. ¿O debería decir el entrenador habló durante 10 minutos y escuchó a la chica.
Como ya he mirado hacia atrás y adelante entre mi hija y esta otra chica me di cuenta de que después de unos 20 minutos más de golpear y hablar con su entrenador que esta chica (la vamos a llamar a esta chica) fue golpeando la pelota. Los proyectiles fueron streaming de su bate. Que fuerte crujido de su bate fue reverberando en las instalaciones.
Caí en la cuenta. Que por eso me encanta este juego mucho. Me encantó que el crack del bate. Me encantó golpear la pelota tan bien. Me encantó cuando la pelota silbó en el aire. Disfrutar de los demás aspectos del juego como correr las bases, fildeo, y lanzando eran grandes. Pero, yo estaba profundamente apasionado de golpear. El desafío supremo de la razón por la que empecé a jugar este juego y por qué seguir disfrutando de ver que hoy en día. La anticipación de ver una gran masa se preparan para el campo. Impresionante.
A medida que continuaba a ver a mi hija, Manteee, y esta otra chica golpeó mejor y mejor no podía dejar de sentir un placer enorme. Ellos fueron transformando en frente de mí. Lo que los entrenadores les dijo y lo que esas dos chicas absorbido de sus entrenadores fue la generación de golpe sólido después del golpe sólido.
No podía creer lo feliz que era para mi hija y la chica que no conocía. Hay algo maravilloso sobre el aprendizaje y que la disposición de que se les enseñe. A pesar de que sólo los miraba me sentí como si yo fuera parte de lo que estaba evolucionando delante de mí.
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